Área Violencia Doméstica y Maltrato.
Formación y Becas de Estudio.
Subvención a Empresas y Parados.
Tlf: +0034 981 94 08 09 / 630 327 998
Web: www.campus-stellae.com
Email: live@campus-stellae.com
Delito de acoso laboral
Entre las novedades que aparecen recogidas en el Anteproyecto de Reforma del Código Penal, recientemente aprobado por el Gobierno, destaca, desde el punto de vista del derecho del trabajo, la creación del delito de acoso laboral como un delito autónomo.
La configuración del delito de acoso en el trabajo, más conocido como mobbing, como delito independiente constituye una demanda creciente, fruto de la inquietud social generada. No estamos ante una conducta nueva, pero el grado de notoriedad que estas situaciones están alcanzando ha creado en la sociedad la concienciación de que se hace precisa una actuación específica para atajarlas.
Hasta ahora, el acoso moral en el trabajo no tenía un tipo propio en el Código Penal, por lo que recaía sobre los tribunales la tarea de completar las lagunas que evidenciaba el ordenamiento jurídico, lo que no resultaba, sin duda, muy compatible con el principio de legalidad que preside nuestro sistema penal.
El nuevo delito se situaría dentro de los delitos de torturas y contra la integridad moral. El anteproyecto lo incluye en concreto dentro del apartado 1 del artículo 173, en el que se sancionan actualmente las conductas de quienes "infligen a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral", castigándolos con pena de prisión de seis meses a dos años.
La reforma pretende añadir un nuevo párrafo, sancionando con la misma pena a "los que, en el marco de cualquier actividad laboral, realicen contra otro de forma reiterada actos de grave acoso psicológico u hostilidad que naturalmente generen en la víctima sentimientos de humillación y los que, en el marco de cualquier otra relación contractual, provoquen situaciones gravemente ofensivas en la dignidad moral de la otra parte, mediante la alteración sensible de las condiciones de disfrute de los derechos derivados de la misma".
Con ello quedarían incorporadas en el tipo penal todas aquellas conductas de acoso producidas tanto en el ámbito de las relaciones jurídico-privadas (no solamente laborales, sino también, por ejemplo, en el ámbito inmobiliario) como las que tienen lugar dentro de las relaciones jurídico-públicas, entendiendo por éstas las producidas en el marco funcionarial. -
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/servicios/Delito/acoso/laboral/elpepueconeg/
20081123elpnegser_10/Tes
Entre las novedades que aparecen recogidas en el Anteproyecto de Reforma del Código Penal, recientemente aprobado por el Gobierno, destaca, desde el punto de vista del derecho del trabajo, la creación del delito de acoso laboral como un delito autónomo.
La configuración del delito de acoso en el trabajo, más conocido como mobbing, como delito independiente constituye una demanda creciente, fruto de la inquietud social generada. No estamos ante una conducta nueva, pero el grado de notoriedad que estas situaciones están alcanzando ha creado en la sociedad la concienciación de que se hace precisa una actuación específica para atajarlas.
Hasta ahora, el acoso moral en el trabajo no tenía un tipo propio en el Código Penal, por lo que recaía sobre los tribunales la tarea de completar las lagunas que evidenciaba el ordenamiento jurídico, lo que no resultaba, sin duda, muy compatible con el principio de legalidad que preside nuestro sistema penal.
El nuevo delito se situaría dentro de los delitos de torturas y contra la integridad moral. El anteproyecto lo incluye en concreto dentro del apartado 1 del artículo 173, en el que se sancionan actualmente las conductas de quienes "infligen a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral", castigándolos con pena de prisión de seis meses a dos años.
La reforma pretende añadir un nuevo párrafo, sancionando con la misma pena a "los que, en el marco de cualquier actividad laboral, realicen contra otro de forma reiterada actos de grave acoso psicológico u hostilidad que naturalmente generen en la víctima sentimientos de humillación y los que, en el marco de cualquier otra relación contractual, provoquen situaciones gravemente ofensivas en la dignidad moral de la otra parte, mediante la alteración sensible de las condiciones de disfrute de los derechos derivados de la misma".
Con ello quedarían incorporadas en el tipo penal todas aquellas conductas de acoso producidas tanto en el ámbito de las relaciones jurídico-privadas (no solamente laborales, sino también, por ejemplo, en el ámbito inmobiliario) como las que tienen lugar dentro de las relaciones jurídico-públicas, entendiendo por éstas las producidas en el marco funcionarial. -
Fuente: http://www.elpais.com/articulo/servicios/Delito/acoso/laboral/elpepueconeg/
20081123elpnegser_10/Tes
Los trabajadores que sufren mobbing tendrían "más miedo" a revelar su situación por la crisis económica
Los trabajadores que son acosados en su puesto laboral tendrían ahora "más miedo" a revelar su situación debido a la crisis económica que se atraviesa actualmente a nivel internacional donde "es más probable que la gente haga de tripas corazón y aguante más de lo que normalmente aguanta", según indicó el psicólogo canario José Manuel Alemán a Europa Press.
"En una coyuntura como la actual donde hay mucha inseguridad laboral por la pérdida del puesto de trabajo, parece que es más probable que la gente haga de tripas corazón y aguante más de lo que normalmente aguanta", apostilló Alemán.
Asimismo, indicó que desconoce si el mobbing crecerá o no con la situación económica; sin embargo, señaló que lo que "probablemente produzca es que haya aún más miedo a revelarlo porque el miedo a la pérdida del trabajo es aún mayor y la dificultad para encontrar otro es mayor también", ya que la situación económica de las personas hace "más complicado" que el trabajador ponga "en riesgo su puesto".
En cuanto a las personas que deciden acudir al psicólogo por percibir que podrían estar siendo víctimas del acoso laboral, Alemán apuntó que el número de gente que llega a la consulta por este tipo de casos "es relativamente bajo" para el número de personas que se prevé que lo sufren.
Asimismo, explicó que los trabajadores con síntomas "muy evidentes" acude, por lo general, a la consulta de su médico que le receta "algo para que se calme y ya está, se queda ahí".
Respecto al hecho de que las personas no denuncien este tipo de acoso se debería, según Alemán, porque se trata de algo "relativamente nuevo que, muchas veces, salvo en expresiones más directas puede pasar desapercibido", ya que "no es algo tan evidente" como un maltrato físico e incluso, dijo, que a veces pasa desapercibido para quien sufre el mobbing. "De hecho, muchos se suelen autoculpabilizar de la situación", sentenció.
En este sentido, añadió que también podría influir el hecho de que "salvo en casos extremos, es muy difícil de demostrar" porque normalmente se hace a través de testigos que son también trabajadores y temen perder su puesto al igual que el acosado. Añadió que cuando no denuncia pero sí recibe tratamiento psicológico escondiendo el motivo de su estado, el psicólogo normalmente lo percibe como un caso de ansiedad o de estrés.
FASES Y PROTOTIPO
Por otro lado, señaló que "hay mil formas de acoso y mil formas" de responder al mobbing porque "no depende sólo de la persona que acosa sino de la persona que es acosada. Lo que suele haber, en general, de entrada es una reacción, principalmente, de angustia o de estrés, de ansiedad".
Agregó que, a veces, en las primeras fases la persona puede tratar de defenderse de la situación pero cuando el trabajador va percibiendo que la situación se prolonga, que sus intentos de solución no tienen ningún efecto, empezarán a aparecer síntomas "más bien depresivos". El acoso normalmente se da en una situación de poder del acosador sobre el acosado.
Al respecto, Alemán explicó que la persona entra en un estado de 'indefensión aprendida' donde haga lo que haga siempre recibe un castigo hasta llegar un momento en el que en la reacción se mezcla con el estrés y con el estado depresivo. "Cuando el hostigamiento es muy largo la consecuencia final casi siempre es depresión".
De todos modos, puntualizó que varía "muchísimo" dependiendo de la persona y la empresa, ya que "no es lo mismo" un acoso en una empresa grande donde hay una representación sindical importante y una política de empresa que trata de proteger al trabajador, que en una empresa donde esto "no se tiene en cuenta, donde la persona no tiene muchos recursos para defenderse".
Asimismo, reconoció que hay condiciones socioculturales que influyen para que se dé este maltrato aunque dijo que pasa lo mismo que con otro tipo de maltratos donde, incluso, en las sociedades "más avanzadas" en derecho y protección es un fenómeno --mobbing-- que se da porque está demostrado que, aproximadamente, de "cada 100 personas hay 4 ó 5 que tienen un perfil de que si están en situación de poder tiende a machacar a los demás".
En cuanto al prototipo del acosador señaló que hay varios aunque en general suele ser un hombre, entre 40 ó 50 años, que se encuentra dentro de la empresa, en un mando intermedio, con un perfil sociopático, es decir, con dificultades para relacionarse con los demás, una inseguridad personal grande, ya que "es gente que necesita sentirse siempre superior a los demás para estar seguro aunque ante sus superiores pueda camuflarse y parecer de lo más normal".
Sin embargo, el maltratado "es más frecuente" que sea una mujer, trabajadora de base, que no lleva mucho tiempo en su puesto, y en el que el acosador detecta o bien una vulnerabilidad, una inseguridad, o bien se siente amenazado.
Finalmente, Alemán subrayó que actualmente "es frecuente" que haya personas que están afectadas de alguna manera "si no por mobbing, sí por un cierto nivel de presión laboral o algún tipo de hostigamiento".
Fuente: http://www.europapress.es/islas-canarias/noticia-trabajadores-sufren-mobbing-tendrian-mas-miedo-
revelar-situacion-crisis-economica-experto-20081122131216.html
Los trabajadores que son acosados en su puesto laboral tendrían ahora "más miedo" a revelar su situación debido a la crisis económica que se atraviesa actualmente a nivel internacional donde "es más probable que la gente haga de tripas corazón y aguante más de lo que normalmente aguanta", según indicó el psicólogo canario José Manuel Alemán a Europa Press.
"En una coyuntura como la actual donde hay mucha inseguridad laboral por la pérdida del puesto de trabajo, parece que es más probable que la gente haga de tripas corazón y aguante más de lo que normalmente aguanta", apostilló Alemán.
Asimismo, indicó que desconoce si el mobbing crecerá o no con la situación económica; sin embargo, señaló que lo que "probablemente produzca es que haya aún más miedo a revelarlo porque el miedo a la pérdida del trabajo es aún mayor y la dificultad para encontrar otro es mayor también", ya que la situación económica de las personas hace "más complicado" que el trabajador ponga "en riesgo su puesto".
En cuanto a las personas que deciden acudir al psicólogo por percibir que podrían estar siendo víctimas del acoso laboral, Alemán apuntó que el número de gente que llega a la consulta por este tipo de casos "es relativamente bajo" para el número de personas que se prevé que lo sufren.
Asimismo, explicó que los trabajadores con síntomas "muy evidentes" acude, por lo general, a la consulta de su médico que le receta "algo para que se calme y ya está, se queda ahí".
Respecto al hecho de que las personas no denuncien este tipo de acoso se debería, según Alemán, porque se trata de algo "relativamente nuevo que, muchas veces, salvo en expresiones más directas puede pasar desapercibido", ya que "no es algo tan evidente" como un maltrato físico e incluso, dijo, que a veces pasa desapercibido para quien sufre el mobbing. "De hecho, muchos se suelen autoculpabilizar de la situación", sentenció.
En este sentido, añadió que también podría influir el hecho de que "salvo en casos extremos, es muy difícil de demostrar" porque normalmente se hace a través de testigos que son también trabajadores y temen perder su puesto al igual que el acosado. Añadió que cuando no denuncia pero sí recibe tratamiento psicológico escondiendo el motivo de su estado, el psicólogo normalmente lo percibe como un caso de ansiedad o de estrés.
FASES Y PROTOTIPO
Por otro lado, señaló que "hay mil formas de acoso y mil formas" de responder al mobbing porque "no depende sólo de la persona que acosa sino de la persona que es acosada. Lo que suele haber, en general, de entrada es una reacción, principalmente, de angustia o de estrés, de ansiedad".
Agregó que, a veces, en las primeras fases la persona puede tratar de defenderse de la situación pero cuando el trabajador va percibiendo que la situación se prolonga, que sus intentos de solución no tienen ningún efecto, empezarán a aparecer síntomas "más bien depresivos". El acoso normalmente se da en una situación de poder del acosador sobre el acosado.
Al respecto, Alemán explicó que la persona entra en un estado de 'indefensión aprendida' donde haga lo que haga siempre recibe un castigo hasta llegar un momento en el que en la reacción se mezcla con el estrés y con el estado depresivo. "Cuando el hostigamiento es muy largo la consecuencia final casi siempre es depresión".
De todos modos, puntualizó que varía "muchísimo" dependiendo de la persona y la empresa, ya que "no es lo mismo" un acoso en una empresa grande donde hay una representación sindical importante y una política de empresa que trata de proteger al trabajador, que en una empresa donde esto "no se tiene en cuenta, donde la persona no tiene muchos recursos para defenderse".
Asimismo, reconoció que hay condiciones socioculturales que influyen para que se dé este maltrato aunque dijo que pasa lo mismo que con otro tipo de maltratos donde, incluso, en las sociedades "más avanzadas" en derecho y protección es un fenómeno --mobbing-- que se da porque está demostrado que, aproximadamente, de "cada 100 personas hay 4 ó 5 que tienen un perfil de que si están en situación de poder tiende a machacar a los demás".
En cuanto al prototipo del acosador señaló que hay varios aunque en general suele ser un hombre, entre 40 ó 50 años, que se encuentra dentro de la empresa, en un mando intermedio, con un perfil sociopático, es decir, con dificultades para relacionarse con los demás, una inseguridad personal grande, ya que "es gente que necesita sentirse siempre superior a los demás para estar seguro aunque ante sus superiores pueda camuflarse y parecer de lo más normal".
Sin embargo, el maltratado "es más frecuente" que sea una mujer, trabajadora de base, que no lleva mucho tiempo en su puesto, y en el que el acosador detecta o bien una vulnerabilidad, una inseguridad, o bien se siente amenazado.
Finalmente, Alemán subrayó que actualmente "es frecuente" que haya personas que están afectadas de alguna manera "si no por mobbing, sí por un cierto nivel de presión laboral o algún tipo de hostigamiento".
Fuente: http://www.europapress.es/islas-canarias/noticia-trabajadores-sufren-mobbing-tendrian-mas-miedo-
revelar-situacion-crisis-economica-experto-20081122131216.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Queremos saber lo que opinas. Gracias por colaborar.